
WWE grabó un nuevo episodio de Main Event que promete encender las expectativas antes de Money in the Bank 2025. Aunque a menudo subestimado, este show semanal volvió a demostrar por qué sigue siendo una plataforma clave para las superestrellas que están a punto de romper el techo y dar el salto a la élite. Lo que se vivió en estas grabaciones fue más que relleno: fue una muestra clara de hambre, nivel y futuro.
Uno de los combates que más dio de qué hablar fue el duelo entre Ivy Nile y Kiana James. Ambas luchadoras salieron decididas a robarse el show y lo consiguieron con creces. Entre fuerza, velocidad y determinación, dejaron en claro que podrían estar listas para entrar en la órbita de los títulos femeninos si se les da el espacio adecuado. Su química en el ring fue innegable y su intensidad captó la atención desde la primera campana.
En la rama masculina, Apollo Crews enfrentó a Damon Kemp en un combate que combinó experiencia con hambre juvenil. Crews, sólido y confiado, dio una cátedra de control de ritmo, mientras que Kemp se sacudió cualquier duda sobre su lugar en el roster. Ambos ofrecieron un enfrentamiento entretenido y técnico que podría ser una señal de cosas grandes por venir, especialmente en un momento donde cada aparición cuenta rumbo a MITB.
Main Event ha dejado de ser solo una vitrina secundaria y se ha transformado en un laboratorio de futuras estrellas. Con Money in the Bank a la vuelta de la esquina, WWE está afinando piezas, y estos encuentros podrían ser los primeros pasos hacia grandes oportunidades. El camino a la cima ya comenzó… y algunos nombres sorprendentes podrían colarse en la conversación muy pronto.




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